domingo, 26 de octubre de 2014



Cuenta la historia, que una vez le preguntaron a un artista:
¿Que es el arte y como se hace?
La respuesta fue tan simple como profunda: EL ARTE ES MUY FACIL O IMPOSIBLE
Esa verdad, que se dio y se da a lo largo de los años, es la puerta de entrada a un mundo
binario, ese de los 1 y 0 que hoy nos representa y nos lleva al futuro.

En la historia del arte, desde sus comienzos, siempre nos encontramos con dos variantes,
la del informalismo o abstracción pura y la de la representación, hoy los observadores del arte de
Jairo pueden comprender el pasado y el futuro, los 1 y los 0. Pues en su pintura encuentran
esas dos opciones.

Temerariamente nos tomamos el atrevimiento de ubicar a la pintura geométrica como
representativa, lo hacemos basándonos en la definición de Cezanne cuando en 1904 dijo que
la pintura representativa se reduce en dibujar un cilindro, una esfera y un cono, por ese motivo
tomamos a la geometría como el último y máximo elemento de la representación naturalista. El
resto se lo dejamos la abstracción, eso que hoy llamamos informalismo, que nació con Kandinsky.
Aunque estas dos variantes eran preexistentes muchos las tomaron como una opción
revolucionaria de su momento
Tan revolucionarias que los neoplastisistas hablaban de la armonía espiritual y la presencia de
Dios en su arte Pero a su vez los constructivistas rusos hablaban de la ausencia de Dios y el
nacimiento del nuevo hombre.
No era la presencia de Dios ni la ausencia del mismo era simplemente pintura, arte. Ese que
hacían y hacen esos elegidos, los que fueron bautizados con el bálsamo sagrado de Samuel y
nosotros llamamos artistas, los que disfrutamos de sus obras. Pero sin olvidarnos que lo
fundamental del artista es su producto, el hacer.
Y afirmando que no importa si lo que hacen es un cuadro, un objeto, un mural, un dibujo o
cualquiera de las formas de expresión que tiene el arte

Hoy compartimos con quienes están disfrutando de la presente muestra lo que nos representa
la obra de Jairo. Nos centraremos en su hacer, él en cada una de sus obras comienza
comunicándose con el soporte, introduciéndose en él, al igual que esos chamanes de las tribus
ancestrales, donde los artistas informales tomaron su fuente de inspiración.
Pero partiendo de ese principio Jairo se aboca hasta llegar a un orden no arbitrariamente sino
con un gran dominio de lo plasmado, es un creador que va desde el caos al orden. Respetando
las formas sumergidas, dándoles un valor y un sentido que normalmente es difícil encontrarlas,
pero que existen, expresándonos así todo su hacer.

Como dice el poeta Atahualpa Yupanqui “dos puntas tiene el camino y en las dos alguien me
aguarda”  Y eso es lo que encontramos en Jairo: desde su informalismo inconsciente -donde
plasma el alma- hasta su orden geométrico -donde plasma su estética-.
Lo hace como lo hicieron en nuestra América los chamanes que en trance plasmaban las
proyecciones estéticas de sus tribus hasta Jackson Pollock quien toma de estos su método.
Como dijimos dos puntas tiene el camino y en las dos alguien me aguarda.

Será el yin y el yang, será gog o magog será alfa u omega, caos u orden, informalismo o
geometría. Lo que sea es lo que encontramos en Jairo, todo confluye en un solo punto, su arte,
ese que reconforta el alma.

Eduardo Díaz Hermelo
Historiador del Arte (Buenos Aires, 2014).


 
 
 
 
 

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